Los vacíos que van quedando
A lo largo de nuestra vida, cada experiencia nos va marcando de algún u otro modo, cada experiencia va quedando plasmada en el lienzo de nuestra vida. Si pudiéramos ver ese lienzo descubriríamos diferentes formas y colores, descubriríamos que aquél lienzo no tiene una sucesión definida ni un orden determinado, a lo mucho percibiríamos ciertos ritmos que se van tejiendo en desorden, ritmos que oscilan entre la claridad y la oscuridad. La experiencia de la muerte siempre resaltará en nuestro lienzo de vida, la muerte se dibuja con figuras y colores imperceptibles para nuestra razón, la muerte sólo se entiende con la intuición de los sueños, con las percepciones de la imaginación. La muerte aparece en nuestro lienzo como huecos o vacíos entre pincelazos de vitalidad. Del mismo modo que el ritmo musical se compone de sonidos y silencios, el ritmo visual de nuestro lienzo se compone de imágenes y vacíos. Cuando alguien cercano a ti muere, la experiencia resulta dolorosa, las entrañ